en la copa de los arboles viven los monkikis!!!

sábado, octubre 08, 2005

revolcadero...
recuerdo cuando era niña y tenia como 5 años y fui a Acapulco con mi primera cámara fotográfica, encantada con mi nuevo aparato e ingenua como era a esa edad paseaba por cualquier lugar con mi cámara colgada del cuello, aún cuando estaba al lado de la orilla del mar ella me acompañaba siempre... pero mi ingenuidad y no hacerle caso a mi madre me llevo a ser arrastrada por una ola hasta llegar a topar con unas piedras y con el dolor más tremendo de ese momento que no eran los raspones ni el agua en mi nariz, sino la pérdida de mi cámara... también recuerdo que como se la llevo el mar regrese varias veces a ver si el mar era bueno conmigo y me la regresaba aunque ya no funcionara, pero el mar no fue bueno conmigo, aun asi aprendi a amar el agua....
también recuerdo la única vez que me llevaron a Revolcadero, una playa maldita y fea, ahí recuerdo la desesperación de verme metida en una ola y casi no poder salir de ella, como la arena se mezclaba con el agua e impedia que me dieran cuenta donde estaba... ahi aprendi a respetar el agua...
por ultimo, también recuerdo cuando estaba en la universidad y fui a playa ventura en donde se supone no se puede nadar pero ingenuamente decidimos solo meternos un poco... las olas me llevaban muy lejos y cada vez la tierra se veia mas lejana... ahí recuerdo el miedo y la angustia, pero también aprendi a no retar al agua...
a pesar de todo, el mejor estado que conozco es estar dentro del agua: mar, nadar, competencias, medallas, pasar el rato, reir en ella, que te toque el sol, contarnos chistes debajo del agua, clavados, nado sincronizado, toboganes, trampolines, gorra y gogles, todo ha sido parte de mi vida en el agua...
pues bien, asi como me he sentido en el mar me senti toda esta semana, una ola de emociones me ataco sin saber de donde venia ni como salir de ella, pensando en que yo no provoque nada sin embargo puede ser que rete asuntos que no debian retarse, me involucre en situaciones que no debi involucrarme y sobre todo no encontre la salida... la ola me atacaba mientras solo experimentaba a veces angustia, a veces miedo, a veces deseperación, a veces soledad... la ola se montaba de mi y a veces se mezclaba con la arena para hacer más nubloso el panorama, a veces no veia la salida, a veces me alejaba de tierra, pero por suerte, y tal como el mar siempre me dio lecciones, ahora he aprendido la mia y quiza por un tiempo no debo meteme en estas olas de confusion, de problemas, de conflictos...
cada vez la vida me enseña a respetar, a conocer, a amar, a enfrentar, pero también a resolver...
el agua es la vida y me encanta vivir ambas, que suerte que tengo!...

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Por una equivocación o una jugada interesante de la vida ¿? ¿? me topé con tu blog y me pareció lo suficientemente interesante para aventarme a escribir este comentario e intentar una respuesta.

Tengo 27 años, vivo en el DF also, no tengo blog y soy músico planeando un reven de reaparición en los escenarios para el 05 de noviembre. Ojala puedas ir.

Si te interesa puedes escribirme a:

camarenajorge@hotmail.com

P.D. Considero que las mujeres son un misterio aún mas grande que los hombres.

12:07 p.m.

 
Blogger TTSO said...

una noche, antes de que me involucrara formalmente con alguien por primera vez mi vida. fui a la playa, a Melaque. un amigo tenía una casa allí, y recuerdo que esa noche, entre la peda y la locura, le propuse a mi amigo un ejercicio: escribir sobre un papel todo aquello que quisieramos regalar al mar, cosas malas de preferencia, maldecirlo de buena fé. al cabo si había de regresar, ya no sería problema nuestro, sino del que encontrase nuestros mensajes embotellados.

antes de aventar mi botella, tomé vuelo y al acercarme a donde pudiese seguir caminando sin tropezar, me detuve perplejo. no me lo podía creer. estaba parado frente a la nada, el fin del mundo, todo era tan oscuro que no lograba distinguir dónde terminaba el oceano y dónde comenzaba el cielo. todo era negro, igual, era nada.

vi mi mano, la botella llena de tonterías. me sentí tan pequeño. suspiré y la aventé lo más fuerte que pude. splash.

mis problemas no desaparecieron aquella noche. no. desde entonces la analogía entera se repite, lo único que ha sucedido es que aquello que me llevó a aventar esa botella, va y regresa a mi vida como el mar.

la botella va y viene.
el agua sólo se encarga de empeorar lo que lleva dentro cada que se va.


jipi, lo sé.
pero no lo había pensado hasta que leí tu post. era algo que estaba almacenado en mis recuerdos obtusos.


gracias,
un abrazo.

1:10 a.m.

 
Blogger monkiki said...

pues efgectivamente, esa locura de las olas emocionales ya ha pasado, por ahora todo regresa a su normalidad y me siento mas tranquila, lo mejor (o lo peor no se?) es que basicamnete eran cosas del trabajo, nada que ver con mis amigos ni nada, pero parece que todo se calma... un beso adi...

4:40 p.m.

 

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