en la copa de los arboles viven los monkikis!!!

lunes, abril 29, 2013

Una vez en Lisboa...

Hace unos 7 años decidí conocer Lisboa, trabaja en España y decidí tomarme un vuelo casi por impulso
Recuerdo que llegue sin ningun hotel claro, que había investigado pocos detalles, que me compre un diccionario español/portugues, conseguí mapas...
Recuerdo también que estaba entrando a una crisis complicada, quería olvidar a ciertas personas y quería tomar decisiones con otras personas, así que decidí ir ahí a aclarar mi cabeza, en donde no conocía a nadie
para que esto tuviera el mejor resultado pensé que lo mejor sería estar sola, así que mi viaje era para conocer en soledad otro país y entender lo que estaba pasando en mi vida, a dónde ir...  y mi consigna era tratar de no conocer a ninguna persona que me distrajera o mostrara un nuevo camino
y así fue...
me acuerdo de ir a muchísimo sitios y sentarme sola, leer sola, comer sola, mirar sola
me acuerdo que había momentos que me sentía fuera de lugar pero que me gustaba haber tomado el riesgo
también me daba cuenta que la incomodidad venía por dentro
me acuerdo de tantas sensaciones de ese viaje...
me acuerdo del metro, del hotel, del agua, del tren, de la vista maravillosa, la comida, la calle, las flores, del parque, de la arquitectura principalmente...
pero si tengo que recordar un momento de mi viaje es sin duda algo que se convirtió en rituna durante esa semana, la recuerdo y me encanta y lo volvería a hacer....
cada día iba a los famosos Pasteis de Belem, (que desde 1837 hace el mas delicioso pastel de nata portugues que jamás se podra probar en la vida), entonces me formaba en la línea para comprar por lo menos 3 pasteís de nata y un delicioso café, después caminaba 4 calles y llegaba a un parque increíble lleno de árboles y flores, me sentaba en uno de ellos, me ponía mis audifonos y escuchaba mi música nostálgica favorita del momento mientras miraba hacia la rambla y los barcos... ahí no había crisis, todo estaba perfecto, no importaba nada, me sentía felíz, experimentando todo tipo de sensaciones positivas y sabiendo que estaba haciendo bien las cosas, es difícil explicar el momento de confort que se puede sentir con tan pocas cosas, pero la sensación la tengo muy clara
esos pasteis de nata me acompanaron para tomar decisiones al terminar ese viaje que cambiaron mi vida y que me encanta que hayan pasado
años mas tarde, no en Lisboa pero sí en mi ciudad, encontre un sitio que vende algo 90% similar a esa delicia... ayer regale unos cuantos a mis amigos porque para mí es como compartir amor y hoy los comí con mi amorcito como símbolo de que aquellas decisiones estuvieron bien tomadas, que vale la pena el tiempo de transición, que todo va por buen camino mientras te detengas un segundo a ver por donde vas y evalues las cosas
el aprendizaje personal durante los viajes no tiene comparación...
gracias a las oportunidades que han llegado a mi vida y las que faltan por llegar